La elección del color, ya sean colores cálidos o fríos, es una parte fundamental para el diseño de interiores, ya que pueden aportar una verdadera conexión con la persona que va a utilizar el espacio, o por lo contrario, crear la sensación de querer irse inmediatamente de ahí.

Por lo anterior, te preparamos una pequeña guía que te puede servir al momento de utilizar una paleta de colores cálidos para crear ambientes acogedores y hogareños.

¿Cuáles son los colores cálidos?
Para empezar trataremos de hablar un poco de los colores cálidos, sin ahondar mucho en el tema. Puedes consultar Colores cálidos y fríos, ¿qué son y para qué sirven en el diseño?, donde podrás aprender más sobre los colores.

Este tipo de colores van del amarillo al rojo, que se asocian con el sol como fuente primordial de calor. Estos tonos se relacionan con sensaciones intensas a nivel cerebral como la pasión, la calidez, la alegría y la protección.

¿En qué espacios se recomienda usarlos?
Los colores cálidos suelen ser muy estimulantes para nuestra mente, por lo que son una excelente opción para salas sociales, comedores, estudios y hasta en la cocina. Lugares en dónde la actividad es constante, se convive con más personas y se utiliza mucha energía. Estos tonos crean habitaciones acogedoras y llenas de energía positiva.

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¿Cómo usarlos espacios pequeños?
Como lo mencionamos en 10 tips de diseño para maximizar espacios pequeños, los colores neutros como el blanco y el gris pueden utilizarse en el color de las paredes para dar la sensación de que la habitación es más grande. Sin embargo, le puedes dar ese toque de tonos cálidos en los accesorios que coloques en la habitación.

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