Aunque parece tema trillado, uno los problemas más frecuentes de los diseñadores es tener que lidiar con clientes. Pero el elemento clave siempre es la comunicación que se establece entre ambos.

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Para los diseñadores es importante cultivar la relación con los clientes y esto solo se logra a través de la comunicación, pues de esa forma se ganaran la confianza para evitar que los clientes escépticos rechacen los proyectos.

Una gran parte del trabajo de los diseñadores no es exactamente el diseño, sino aprender a construir relaciones solidad y ganarse la confianza de los clientes, pues esto es pieza clave para un claro intercambio de ideas.

1. Inicia el diálogo

Por ejemplo, si te encuentras en medio de una presentación y todo va mal poco a poco, es hora de comenzar un diálogo en el que busques persuadir a tu cliente, pero modifica la idea conforme el quiere, eso sí no dejes de analizar la viabilidad y explicarle porque no se puede en caso de ser necesario.

Por otra parte, siempre debes estar abierto a comentarios negativos sobre tu diseño y reaccionar con toda calma, sobre yo cuando el cliente ha rechazado por completo tu idea. En ocasiones es mejor escuchar las sugerencias, pues ellos conocen bien su negocio.

2. Defiende tu idea

Aunque es importante que escuches lo que tu cliente tiene que decir, no es momento de rendirse, por lo que en un segundo momento debes defender tus ideas, insistir sobre la viabilidad de lo que has pensado para el diseño.

Al defender tus ideas debes argumentar perfectamente tu propuesta, incluso puedes hacer modificaciones ala momento e incluir las ideas que quiere ver el cliente en el diseño. Es una cuestión de saber negociar. Cede un poco, pero de manera lógica. No digas si solo por darle gusto al cliente.

3. Piensa analíticamente

Otro punto clave al defender tus ideas es mostrar que tienes confianza en lo que has pensado para resolver el problema de diseño. Como se ha dicho anteriormente, no sólo es darle gusto en lo que quiere el cliente, sino que realmente debe ser efectiva la idea que se ha modificado.

También debes argumentar a tu cliente que rehacer el diseño tendrá costos y tiempo, por lo que él perderá más dinero. El cliente lo pensará dos veces antes de rechazar el proyecto tan fácilmente.

4. Lo que el cliente no busca

Finalmente, un consejo que siempre debes seguir es que antes de incoar el proyecto preguntes a tu cliente qué es lo que no quiere ver en tu diseño. Esto es tu deber pues el cliente es el que paga por tu trabajo y esto evitará el rechazo de tu proyecto.

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