En ocasiones tomamos una foto digital y vemos que no tiene el color que en realidad existía en la escena al momento de disparar, esto se debe al balance de blancos, un control en las cámaras digitales que ajusta el brillo de los tres colores básicos (RGB) con el objeto de que la parte más brillante sea blanca y la menos brillante se vaya a negros.

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Esta función se puede programar de manera automática o manual con la finalidad de contrarrestar el tono preponderante con su contrario, se puede corregir al momento de la edición si la foto fue disparada en formato RAW.

Configurar correctamente la función de balance de blancos en una cámara profesional hasta una cámara en un teléfono celular, mejorará notablemente la calidad de la imagen para que ésta no nos resulte virada a azules o a tonos naranjas, ya que las cámaras no pueden procesar la luz como nuestro cerebro.

Podemos programar también el balance de blancos personalizado que consiste en poner un papel blanco extendido frente a la lente para decirle a la cámara que blanco estamos buscando.

La iluminación en la escena tiene que coincidir con el filtro que usaremos en nuestro equipo para que la imagen sea compensada y nuestros colores lo más cercano a la realidad.

TABLA TEMPERATURA DEL COLOR JCA

La luz llega a nuestros ojos en forma de onda, dependiendo de su longitud adquiere determinado tono, el cual se mide en grados kelvin por ejemplo, una temperatura baja entre 2700 y 3000°k da tonos cálidos y temperaturas altas como de 3600 y 5500°k nos dará una iluminación casi blanca.

TABLA

Soleado:
Horas centrales de días despejados.

Nublado:
Para las primeras y últimas horas del día así como días sin sol.

Incandescente:
Fotografías en interiores con luz de tungsteno. Si usamos otro filtro veremos que todo tiene un intenso tono naranja.

Fluorescente:
Puede ir bien para fotografiar ciertos monitores LCD.

Automático:
La cámara intentará hallar por sí misma el balance de blancos más adecuado.