Reino Unido.- Normalmente, cuando vemos un helado derretido por la calle, lo primero que se nos viene a la mente es que, seguramente, ese helado perteneció a un niño al que se le cayó ese helado al suelo y no pudo disfrutarlo, o, simplemente, alguien que tardó en comerlo y no pudo disfrutarlo. Pero, hay alguien que ha ido más allá y ha decidido crear arte con los helados derretidos.
El artista en cuestión es el británico Michael Massaia,el cual ha creado ahora la colección o proyecto titulado “La chupetas del niño”. Respecto al resultado, Massaia, ha dicho que “quería encontrar algo que estuviera relacionado con mi niñez, y cuando empecé a trabajar con la textura de los helados derretidos me sorprendí, como cuando eras un niño y probabas algo nuevo”, según ha relatado el artista a BBC Mundo.
Los helados derretidos, los proyectó el artista sobre una superficie negra y, según los ojos de Massaia, algunos resultados se parecían a personajes de dibujos animados tan populares como Bugs Bunny, Dora La Exploradora o, incluso, el archiconocido Bob Esponja. De la misma forma, la sustancia derretida se convirtió en una forma de arte que es efímera, pero que le ha dado grandes resultados al artista.
Básicamente, durante toda la obra, se centra en el aislamiento del producto, ya que algo tan sencillo y cotidiano, como puede ser un helado (en cualquiera de sus variedades), cuando se coloca sobre el fondo negro, queda desconectado de todo lo demás.
Con este proyecto, Michael Massaia ha innovado en su obra, ya que, siempre, ésta se centra en las capturas en formato blanco y negro de película. Aunque, como se puede comprobar, en esta ocasión, el color ha adquirido protagonismo para irse diluyendo en el oscuro fondo.
