A propósito del Día del Niño, el diseño de interiores debe considerar no solo en esta fecha, sino de manera permanente, la creación de espacios habitables que propicien el desarrollo integral de lo más pequeños miembros de la familia bajo los siguientes cuatro principios.
Seguridad
Los pequeños no suelen medir las consecuencias de sus acciones como lo hacen los adultos y existen objetos que es mejor que no estén a su alcance. Un buen diseño de interiores debe prever seguridad especial que evite cortes, golpes o raspaduras con materiales amables que permitan generar ambientes controlados.
Resistencia
Los niños son tremendos, juegan, brincan, saltan corren, gritan y van de un lado otro. Tanta energía necesita ser contenida adecuadamente por muebles y espacios que soporten los juegos de los pequeños, que sean lavables y que resistan el uso rudo que se le da.
Estimulación
La infancia, en sus diferentes etapas, es el momento para adquirir aprendizajes y desarrollar capacidades. Para ello es necesario ofrecer diseños con colores y formas estimulantes, que generen ambientes de libertad creativa y que promuevan al mismo tiempo el descanso.
Ergonomía
No conviene hacer diseños para niños con dimensiones propias para los adultos, principalmente en sus primeras etapas de vida. Para alcanzar la ergonomía en los muebles y tener dimensiones adecuadas en un espacio habitable para niños hay que considerar que, si bien son pequeños, irán creciendo con el tiempo… lo ideal será crear diseños que puedan soportar el desarrollo de los infantes por el mayor tiempo posible.
A continuación te mostramos algunos ejemplos de lo que el diseño de interiores dedicado a los niños puede lograr, son creaciones de la colección Carlín, de la firma mexicana Mariangel Coghlan.
