Como todo festejo, el Día del Padre se relaciona con la creatividad visual de muchas maneras, desde la creación de tarjetería hasta la existencia de toda una industria del regalo que se vuelca a promover variados, pero muy específicos productos que por sí mismos se convierten en objetos de diseño.
Tal es el caso de viticultura, que para comercializar bebidas de uva recurre al packaging y al etiquetado que lo mismo funciona para informar sobre las características de cada vino que para ser llamativo e invitar al consumidor a su compra.
Como se sabe, el de los vinos es un mundo un tanto receloso que guarda formas y estilos visuales que más bien tienden a lo tradicional. ¿Cuáles características en el etiquetado de vinos se han convertido últimamente en tendencias de diseño? A continuación se enumeran 5 de ellas.
Etiquetas blancas o claras
Si bien existen botellas que no respetan esta condición, la sobriedad en el diseño de la etiquetas de la mayoría de los vinos actuales suele utilizar los colores claros o sencillamente blancos como fondo, lo que propicia una fácil lectura y le hace conservar su elegancia.
Imágenes que contrastan con el fondo
Como consecuencia del fondo del etiquetado, cada elemento que se incluya en su diseño tiene la posibilidad de leerse o apreciarse con claridad aún cuando se seleccionen colores brillantes.
Tipografías variadas con colores vivos
Existen fuentes tipográficas más sobrias, pero las hay también más audaces y su color lo mismo puede retomar el brillo que permanecer en un negro más discreto, el punto es que la etiqueta blanca siempre proveerá de buen contraste a la tipografía o logotipo del vino en cuestión.
Dibujos en etiquetado
Diseños que emulan bocetos, viñetas o discretos dibujos que pueden rememorar el proceso de producción de la bebida o elementos alusivos al lugar de origen del vino pueden acompañar al diseño de la etiqueta.
Sencillez visual
Por más audaz que pueda ser una fuente tipográfica, las etiquetas en botellas de vino aprovechan la sobriedad del fondo blanco y no incorporan diseños demasiado llamativos por lo que conservan la sencillez visual a la que está acostumbrado el público consumidor.