Hemos establecido con toda claridad que la tipografía representa uno de los tópicos esenciales del diseño, encargado de brindarle claridad y atractivo a la comunicación verbal y su representación gráfica. Una de las grandes responsabilidades del diseño de tipografía es, por lo tanto, que el lector permanezca frente a un contenido escrito desde su prinicpio hasta el final.
Para que como diseñador visual te evites diversas dificultades al momento de la elaboración de una fuente tipográfica, tenemos a continuación cinco errores que debes evitar y aciertos aciertos en su diseño que todo mundo espera de ti.
¡Evita estos errores!
- Usar kerning predeterminado en lugar de calcularlo tú mismo con base en las necesidades de la fuente que estás desarrollando.
- Abusar de las fuentes itálicas, las cuales sólo se emplean en casos especiales y en ciertos tipos de contenidos. No pienses que las cursivas, por default, hacen más elegante un contenido o un diseño.
- Colocar tipos en fondos saturados de elementos visuales, lo cual dificultaría su legibilidad.
- Combinar demasiadas fuentes en tus diseño. Por mucho, coloca dos fuentes y trata de que tengan concordancia visual.
- Colocar sólo letras mayúsculas y no integrar minúsculas, lo cual hace pesada la lectura de un texto y lo vuelve poco atractivo.
Procura integrar estos aciertos…
- Privilegia la legibilidad de toda fuente tipogrtáfica ante todas las cosas, se trata del objetivo esencial de su creación y todos los elementos creativos que se integren a su diseño deben lograr este cometido.
- Confía en el trabajo que los grandes tipógrafos han realizado e inspírate en su obra para desarrollar tus propios proyectos. A veces la innovación por la simple innovación no resulta tan útil.
- Verifica si la fuente que desarrollas se puede ver bien y comprender correctamente a partir de distintos tamaños.
- Haz lo mismo con el color y piensa en su combinación con el fondo, otros elementos visuales con los que compartirá el espacio disponible y otras fuentes tipográficas.
- Aprende también a arriesgar y a confiar en tu propio isntito creativo. Quienes desarrollan mejores proyectos son quienes saben respetar las reglas y apartir de ello sabrán romperlas para innovar.