Se dice que una imagen vale más que mil palabras y que para muestra con un botón alcanza por eso esta pequeña crónica no será más que un nuevo detonante de una guerra que aún sigue vigente. El pasado dos de abril en mi país se celebró el día del veterano y de los caídos en la guerra de las Malvinas. Como toda historia tiene sus costados que continúan vivos, pese a que pasaron muchos años de esta página muy mal escrita de la historia Argentina hoy podemos seguir viendo cuanto de la ignorancia que nos pesó sigue viva a la hora de querer ser serios.

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Paso a pegar el texto de la crónica para que entendamos bien de qué estoy hablando. San Miguel de Tucumán amaneció el 2 de abril empapelada con afiches de tres soldados abrazados con el fondo de las Islas Malvinas. Los carteles decían: “2 de Abril Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Orgullo argentino, ejemplos de entrega a la Patria”. Sin embargo, la imagen no es de excombatientes argentinos, sino de tres actores.
Es una de las imágenes más conocidas de la serie “Band of brothers”, estrenada en el año 2001 y producida por Steven Spielberg y Tom Hanks.

¿Puede diseñar cualquier ser humano?

Tajantemente afirmo que cualquiera puede diseñar, estoy convencido de esto y estoy dispuesto a debatirlo. De lo que también estoy absolutamente convencido es que no puede cualquiera ejercer la tarea de diseñador. Ejemplos como el mencionado desnudan bestialmente razones por las que en más de una ocasión nos encontramos relatando los problemas que atraviesa la profesión.

Esto es el producto de la mala educación, de la pérdida del sentido de ubicación en el tiempo y en el espacio, del no saber ni asumir para y por qué yo soy quién debo ser. Es verdad que el diseñador no trabaja solo y quizás los miedos o la obsecuencia lo callen y silencien para decir esto sí o esto no, pero de ahí a poner cualquier cosa en el plano no lo exime de ninguna manera.

La vulgaridad nos invade y nos tiñe por completo, la imagen habla, cuenta y mal educa. Podríamos pensar laxamente y decir que lo importante es la conmemoración que la foto solo ilustra un concepto pero entiendo que estaríamos aplicando la misma ley si dijéramos que porque tengo sed bebo cualquier sustancia incolora, inodora e insípida sin importar si es agua potable o un veneno letal.

Vivimos al ritmo del todo da lo mismo, todo está bien, todo vale y todo se puede hacer, como somos aliados y amigos de la libertad ella no los permite todo.

Anda volando el concepto de expresarse libremente a como sea por lo cual en más de una ocasión no es fácil explicar en un aula la idea de documentar, chequear, justificar y demás cuestiones que hacen a una idea proyectual de nuestra profesión.

Norberto Chaves desliza un concepto muy claro y aplicable en su artículo “la voz de amo” Diseñar una pieza gráfica para un cliente -cualquiera sea la pieza y cualquiera fuera el cliente- es dotarlo de «habla gráfica»: imitar a la perfección su voz y su forma natural de hablar.

En nuestro ejemplo del afiche empieza a desnudarse mucho de lo que vivimos a diario en la construcción del diálogo con los clientes, no es solo el diseñador el vulgar, sino el conjunto todo. Se puede ver que el habla gráfica en nuestro ejemplo se ha distorsionado. La capacidad intelectual seguirá siendo tan importante en el hacedor como en el que decide. Hoy trabajar no es fácil por muchas de estas razones, porque los diálogos son complicados, los conceptos son mal expresados y las arbitrariedades en más de una vez mandan y seguro siempre rebotan sobre la hoja en blanco.

Seguiremos llorando

Esos pequeños hombres que apenas pasaban los dieciocho años se encontraron en lo muy temprano de sus vidas con lo terrible de la guerra, con el frío, el maltrato y la injusticia de quienes debían cuidarlos, sus almas siguen penando por la ignorancia, la indiferencia y la brutalidad de quienes deberían hoy reivindicarlos y honrarlos.

Es apenas una foto, no es algo tan grave, una cuestión rápida de superar que podemos argumentarla en pos del mentado “el show debe continuar” sin dimensionar el peso de la vergüenza por la que no hemos ni queremos transitar.
Una guerra tiene muertos, atrocidades, barbaridades, locura y esta los tiene a todos de modo irresponsable, por eso esa foto está ahí y que esté ahí no deja más que en claro que el diseño también puede ofender al conjunto por igual, a combatientes caídos en el cumplimiento del deber, a excombatientes y a las familias de quienes lucharon.

El rezo simple dice que Las Malvinas son Argentinas pero cuando vamos al compuesto la conjugación del verbo ser se nos complica y desdibuja de tal modo que empezamos a entender la primera estrofa que tanto nos hicieron cantar en la escuela para aquel entonces, la Marcha de las Malvinas que dice así: Tras su manto de neblinas, no las hemos de olvidar. “¡Las Malvinas, Argentinas!”, clama el viento y ruge el mar.

Es claro que la memoria se ejercita y se ejerce al igual que el respeto, el mismo que debemos tener siempre al sentarnos frente a una hoja en blanco con un lápiz en nuestras manos para diseñar.