En portales web, Por ejemplo, en ocasiones los portales web presentan un diseño que se centra en mostrar productos, una marca o una institución, pero con un discurso alejado de lo que necesita la gente y por eso se puede explicar el fracaso de algunas páginas de internet.

Un buen diseño, en efecto, debe poner a consideración de los posibles compradores la gama de productos de una marca, pero no centrar su oferta en la “grandeza” de la firma sino que hay que ofrecer contenidos adicionales que resulten de utilidad, como lo que se pueden colocar a través de un blog.

Los contenidos de un blog ofrecen a los lectores aspectos que les pueden ser de utilidad más allá de los beneficios de los productos.

Obviamente, los post colocados en él se tienen que relacionar con el giro de la empresa, tener una buena redacción, tipografía legible y acorde al diseño general del portal, una selección de imágenes con calidad y, sobre todo, un discurso coherente.

El resto de la responsabilidad creativa consiste en colocar estratégicamente las ofertas de productos que se relacionan con la temática de los contenidos del blog, evidentemente se trata de los productos de la marca.

Es decir, para que el diseño web de una marca o institución sea efectivo, hay que imaginarlo un poco a la inversa: colocar contenidos de interés para el público y a partir de ellos ofrecer productos, y no colocar productos y acaso alguna nota explicativa… en la web, las personas buscan soluciones e información que les pueda ayudar.