Recientemente la marca alemana de automóviles presentó el BMW X6, un coche de exhibición al que se le aplicó el color conocido como “Vantablack”, conocido como el negro “más negro” que exista, puesto que absorbe la luz y evita que cualquier otro tono se refleje en él.

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El color Vantablack es una creación de la empresa Surrey NanoSystems y no se trata de un pigmento regular o un lacado especial, se trata de un recubrimiento de nanotubos de carbono que fueron diseñados para tecnología que viaja al espacio. Su principal característica es que puede absorber casi completamente la luz que percibe y de esta manera no generar ningún destello.

Este material se genera a partir de los 430 grados centígrados de temperatura y se puede aplicar a distintas superficies.

Existen dos variaciones: el Vantablack VBx2 (que se aplicó al modelo BMW X6) que cuenta con una reflectividad hemisférica total (THR) de un uno por ciento y que lo hace idóneo para la arquitectura y la ciencia, además de que es muy fácil de aplicar. Y la segunda titulada Vantablack 2.0, la cuál es aún más negra y se utiliza en la industria aeroespacial para evitar que cualquier brillo de un astro se refleje en el aparato.

La colaboración con BMW tiene como objetivo destacar la forma del vehículo sin preocuparse por las sombras ni la luz, este modelo incluso puede “desaparecer” y mimetizarse en un fondo oscuro.

El Vantablack luce muy bien en el BMW X6, pero más allá de lo estético, este nuevo material permite el desarrollo de cientos de ideas y usos aplicables al diseño, los cuales sin duda la creatividad potenciará a otros niveles para los que fue concebido.