El color se emplea para darle carácter a los productos de diseño, permiten que se puedan distinguir por encima de otros y son capaces de llevar a estadios anímicos distintos… pero ello no significa que al color se le pueda trasladar a los terrenos de la segregación y la discriminación.

Y es que no es un secreto para nadie que a lo largo de la historia el color de piel de las personas ha sido un motivo para acceder a a oportunidades en muchos ambientes laborales, estudiantiles y sociales en muchos países del mundo… México entre ellos.

Recientemente el gobierno mexicano -vía el Instituto Nacional de Estadística y Geografía- dio a conocer que las oportunidades de progreso y crecimiento personal se subordinan al color de piel de las personas y ello generó el interés del físico mexicano Adrián Santuario, que se dio a la tarea de averiguar los colores más característicos de los legisladores federales del país.

Con base en el color de piel que la mayoría de los legisladores muestran en sus fotografías publicadas por ellos mismos, Santuario presenta las paletas de Pantone con las cuatro tonalidades más representativas de cada partido político.

Sin asegurar que la aseveración del INEGI -acerca de las pocas oportunidades existentes para las personas con tez más oscura- sea verdad, lo cierto es que este estudio sí demuestra que, al menos en una parte importante de la clase política mexicana no hay gran cabida para lo morenos… vaya, ni siquiera en el partido Morena…

 

 

El color de la piel no tendría que ser una razón para determinar las oportunidades de las personas, seguramente habrá mucho por hacer al respecto para que -ya en un siglo XIX muy comenzado- se erradique al fin con ese tipo de actitudes de segregación y generadoras de odio entre las personas.

 

Fuente: Verne