Si te encuentras trabajando en un diseño web,, ten en cuenta que las imágenes y los gráficos requieren un tratamiento especial, ya que la publicación es digital y no impresa. Y es que los monitores de computadora se componen de puntos llamados píxeles. Estos puntos están colocados en renglones y columnas y cada píxel puede tener cualquier valor de una gama de más de 16 millones de colores.

En concreto, el despliegue de color en los monitores es bajo el modelo de color RGB, el cual pasamos a analizar. En este modelo, el rojo (Red), verde (Green) y azul (Blue) son los colores conocidos como primarios aditivos, ya que la combinación de estos colores en su estado produce luz blanca.

En el espectro RGB, cada color consiste en tres números (uno para el rojo, otro para el verde y el último para el azul) que indican el porcentaje de cada color. Las diferentes mezclas y proporciones de estos colores primarios generarán los distintos colores.

Cada color primario puede tener un valor de 256, que puede ir del 0 (negro) al 255 (blanco). Mezclando los tres colores en un nivel de cero se produce el negro y, al contrario, si se mezclan los 3 valores primarios en su nivel máximo, es decir, 255, se obtiene el blanco.

Por tanto, es primordial el uso de color en el Modelo RGB, en el diseño web y proyectos interactivos para evitar problemas posteriores como el no poder igualar la tabla de colores entre el Modelo RGB o CMYK.

En el diseño web, el contraste es esencial, sobre todo, en el aspecto relacionado con la lectura, si bien la función de un sitio es proporcionar información, ya que lo más importantes que la lectura sea fácil y cómodo. Esto, se logra con un buen contraste entre el color de fondo y la tipografía. Así, la mejor legibilidad se da entre un fondo claro y una tipografía oscura o, bien, un fondo oscuro y una tipografía clara.