México, D. F.- El diseño dejó de ser el elemento decorativo en el desarrollo de un producto para convertirse en un elemento que le da valor e identidad a la marca, construyendo el branding de la misma. Esto a su vez permite que se posicione mejor en el gusto del consumidor y sea un elemento fundamental en el desarrollo de las estrategias de mercadotecnia.

Empresas como Apple y Nike han desarrollado en toda su expresión este planteamiento, centran sus esfuerzos en el diseño de sus productos de tal forma que el consumidor se hace fan de cada artículo que lanzan, detonando en ventas y lealtad de marca. Si volteamos a ver los objetos con los que convivimos en la vida diaria, podemos observar el cambio radical que tuvieron sus diseños a través de los años y la fascinación que despiertan. Desde los teléfonos celulares, estufas, refrigeradores, ropa y otros objetos, el diseño es parte de nuestra vida.

El diseño como constructor de marcas

Luciano Deos, socio fundador y presidente de la agencia brasileña GAD y presidente de la Asociación Brasileña de Empresas de Diseño (ABEDESING), señala que en el pasado las marcas estaban muy asociadas a la comunicación y hoy están pensadas en términos de branding, argumento que se gestó bajo el paradigma de Nike, y gracias al desarrollo de instrumentos de evaluación económica de las marcas: “Hay un veloz proceso de commoditización de los productos, que se hacen perecederos muy rápido. Esto hace que las empresas tengan que actualizarse constantemente, intentando construir lealtad y fidelidad con sus clientes, quienes exigen cada vez más personalización de la oferta, lo que dificulta el proceso de posicionamiento de las marcas. Es muy importante que las marcas ayuden a mejorar la vida de la gente, para eso es necesario innovar, construir experiencias memorables, y generar vínculos perdurables con la gente, el diseño es el elemento más importante en la agenda de la innovación”, señala.

Funcioalidad, el reto

Las marcas ya no sólo buscan que sus productos luzcan bien, sino que al final sean útiles, que se combinen, que sean funcionales, que cuenten con en un empaque que el usuario admire. Para Daisy Ortiz, directora de la agencia de diseño Tibiritabara, el diseño de un producto es indispensable, puesto que es el conjunto de características que le crean una identidad propia y/o una personalidad diferenciadora que le brinde presencia en el mercado, y pone de ejemplo Apple: “En este caso fue la usabilidad e interfaz del producto lo que originó su éxito, lo ergonómico o ‘bonito’ es el plus que marcó la diferencia frente a sus competidores. Otro caso de éxito es Post it, que en un pedazo de papel con un poco de pegamento surgió de una necesidad de comunicar o recordar tareas”, subraya. Para Ortiz, el diseño en el desarrollo de un producto es un elemento fundamental en el eje de una campaña de marketing: “Es el que desarrollará las características con las que se identificará el target”.