Hoy en día una buena parte de las personas en el mundo poseen un teléfono inteligente, pero en muchos casos parece que se ha llegado a abusar de su uso, esta adicción se explica de acuerdo con algunos investigadores al diseño.

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Un artículo publicado en el sitio Internetactu.net, asegura que las interfaces causan efectos adictivos. La investigadora Natasha Schüll dice que “la adicción es en gran medida una cuestión de ritmo recompensas y refuerzos, es decir, de una frecuencia”.

Las interfaces de las máquinas tragamonedas o un video poker son un ejemplo, pues se puede jugar hasta mil 200 veces por hora, mucho más que en el mundo real, donde hay posibilidad de descansar y socializar con otros jugadores.

Las interfaces de juegos electrónicos son solitarias, pues crean una sensación de fusión con la máquina que crea una forma de adicción. En el caso de las pantallas, tienen una forma imperiosa para hacer clic y obtener una respuesta.

Para Schüll, el éxito de Candy Crush y otras aplicaciones similares radica en que las personas pasan su tiempo debido a que ayudan las personas a adaptarse y manejar sus estados de ánimo. Son adictivos porque están a su alcance y a un clic.

La solución a la causa podría ser la regulación del diseño, pues para Schull, es parte del problema junto a la tecnología, aunque no existe un organismo como la FDA de EUA para que regule a la tecnología.

“Este es un problema sistémico que no se limita al mundo de los diseñadores del juego”, afirma la investigadora. Por lo tanto, el diseño no es el único culpable, pues se trata de un problema de salud y comportamiento.

La investigadora, concluye que parte del problema es la ética de las empresas, por lo que sería inútil sólo culpar al diseño de los juegos que bien pueden ser atractivos en sus interfaces, pero sin duda va más allá del diseño.

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