La prueba de oro de un empaque en el anaquel es que sea distinguido por el consumidor a distancia, afirma la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador. Por esto, el diseño es un elemento clave en el “packaging”.
La creatividad en un empaque puede hacer que un producto tan similar a otro en esencia se distinga por sus imágenes, colores y tipografía, resultando en el éxito del producto.
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En América Latina, la industria del empaque ha registrado un crecimiento anual del 5.0 por ciento, y la región representa el 7.0 por ciento del valor mundial de empaques con 43 mil 300 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje.
De acuerdo con el blog Packaging, el primer empaque que existió en el mundo que tenía una etiqueta con la denominación del producto que contenía (unas medicinas) data del siglo XVII, en Londres, Inglaterra.
En sus inicios el propósito de los empaques era preservar, contener, transportar y proteger el producto, destaca el blog de Almargen.
Hoy en día, además de dichos fines, los empaques son una estrategia de mercadotecnia apoyada en el diseño, ya que el “packaging” no sólo consta de la materia de la cuál está hecho y la tecnología con que cuenta para preservar su contenido, más allá destacan su diseño e imagen.
La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador señala cinco elementos clave de un empaque:
1. Debe incluir un manejo claro y peculiar de la tipografía.
2. Debe ser un diseño cautivante para su público objetivo.
3. Debe tener un pensamiento en la ingeniería de su empaque.
4. Debe tener una disposición jerárquica de la información.
5. Debe comunicar el “equity” de la marca, es decir, lo que una marca significa para un consumidor.
El diseñador debe tener en mente que el empaque apoya y respalda la estrategia de mercadotecnia al comunicar en punto de venta los beneficios distintivos del producto.
Para lograr que un producto sobresalga de la competencia en el punto de venta es necesario un buen diseño con la combinación de colores adecuada y un tamaño de letras que lo diferencien de los demás, para que el consumidor lo identifique desde lejos.
Hoy en día, además la creatividad va más allá de la “vestimenta del empaque“, las empresas también piensan en envases distintivos y novedosos.
Un ejemplo de esto son los alimentos enlatados (Frijoles La Sierra e Isadora), que tiempo después también se empezaron a ofrecer en cartones, y ahora en pequeñas bolsas de plástico.
En bebidas alcohólicas del mismo tipo, el “packaging” es mucho más distintivo, como lo podemos observar entre el Tequila Corralejo y Tequila Jimador.
Finalmente, aunque habrá estándares a los que se deben apegar de acuerdo a disposiciones oficiales, los diseñadores deben hacer gala de la creatividad para lograr que en un mismo tipo de empaque se distinga un producto de su competencia gracias a la mezcla de colores, imágenes y tipografía, que pueden ser tradicionales o romper con las reglas, según sea la imagen que la propia marca quiera reflejar.
Por: Daniel Vivanco