Leonard Nimoy o mejor conocido en la cultura popular como el Capitán Spock en Star Trek falleció a los 83 años, pero siempre vivirá en el colectivo humano precisamente por su icónico personaje.
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Muchos actores pueden sufrir del encasillamiento en los personajes, como le sucedió a Nimoy, pero él supo sacar provecho de eso, ya que él le dotó de vida al personaje, convirtiéndolo en todo un ícono de la cultura pop.
Ejemplo de ello fue su herencia religiosa —era judio—, la cual influyó en algunos elementos característicos de Spock, por ejemplo el saludo de los dedos separados, la cual se basa en la bendición kohanic, una aproximación manual de la letra hebrea shin, que es la primera letra de Shaddai, uno de los nombres hebreos de Dios.
Pero el físico de Nimoy es otros de las peculiaridades que sin duda alguna le habría dado vida al personaje, pues el actor que también fue poeta, fotógrafo y músico, siempre fue delgado, lo que hacía resaltar las orejas puntiagudas de Spock.
El grado de ícono popular que alcanzó con su personaje fue tanto que lo llevó a aparecer en otras programas de televisión como Big Bang Theory o en dos capítulos de la serie animada Los Simpson.
Tampoc se puede olvidar que Spock, el ser mitad humano mitad vulcano, poseía una expresividad escueta, imagen que perdurará toda la vida, como la frase que acompaña al saludo de Spock: “Ten una vida larga y próspera”.
Cabe destacar que en su trabajo como fotógrafo dio gran peso al desnudo femenino y además fue director de dos entregas de Star Trek, así como de Tres Hombres y un bebé.
