Hemos visto campañas de publicidad en donde escuchamos y presenciamos que los límites son un estado mental. Es decir el termino ‘limitless’ es para aquellos reactivos y proactivos que quieren superarse día a día. Ya sea en el deporte, en la oficina, en la competencia intrapersonal e interpersonal.
Ese ‘limitless’ no suena tan motivador cuando tienes una entrega para ayer. O para la semana pasada. ¿A que voy con todo es? Bueno. Déjenme divagar. De ir de lo general a lo particular.
Los términos ‘Paulocoelhoelistas’ y ‘Cesarlozanoistas’, es decir de motivación personal y todo aquello que tiene que ver con la psicología positiva nos enseñan a ser felices internamente y transmitirlo. Conocer los miedos, aceptarlos y derrotarlos (en teoría). Si ir a misa o leer cualquiera de los autores ya mencionados te motivan y te inspiran está bien. Pero hay mejores allá afuera que no voy a mencionar porque simplemente…no es el tema. Ya estoy llegando al punto. Ustedes tranquilos.
En mi caso me siento con vida cuando veo, escucho, pruebo y hago cosas con ese factor sorpresa. Un ejemplo rápido. Antes no corría ni un kilometro. Un día y por varias semanas lo hice. Mi cuerpo me exigía más. Me hizo cambiar mi dieta y mi estilo de vida. Ahora corro 15K y mi medio de transporte es la bicicleta.
Otro ejemplo. Me encanta cocinar. Platillos que veo en revistas y programas de TV trato de hacerlos. Es decir, hay corredores profesionales que les pagan por competir y yo lo hago por gusto. Chefs con o sin estrellas Michelin elaborando y creando la perfección en conjunción y hermandad de sabores…viven de eso y yo compro lo que haya que comprar y lo hago cuando la Guía Michelin (Michelán, si pronuncias bien el francés) ni siquiera que sabe que existo.
Pruebas tus límites y los superas, te lo demuestras a uno mismo y a los demás si es que quieres quedar bien o impresionar.
Los límites son buenos y malos. Para los ejemplos que acabo de mencionar son buenos. Pero cuando tienes un margen muy pequeño de tiempo o de ideas…¿es bueno o malo? Haces lo que haces y eres bueno. No lo dudo. A eso réstale tu medio ambiente favorito. Quítale la mitad o ¾ partes de ese tiempo. ¿seguirás siendo bueno? En verdad, no lo creo.
Tu grandeza creativa la implementas en un estado de confort. Donde todo es excelencia para tu desempeño. Al salirte de esa comodidad aumenta el estrés. Ese estrés se convierte en inseguridad. Esa inseguridad se convierte en temor. Ese temor se convierte en fracaso. Y ese fracaso se convierte en un “gracias por participar,. Nosotros te llamamos”
Para esto les recomiendo que sufran un poco o si pueden y su reputación o autoestima se los permite sufran mucho. Dejen esa burbuja de comodidad. Dejen el carro. Dejen de comer sentados y con servilletas de tela. Vean programas que no les gusten. Lean cosas interesantes si es que su libro favorito es una red social llamada Facebook. Todo. Absolutamente todo háganlo al reverso. Propónganse metas reales. La transformación de la realidad de propuestas es cuando en ese límite de tiempo y de imaginación generamos una confianza acertada y creativa.
Cuando nos toque un estado de estrés díganse: “yo ya estuve ahí y lo superé”. Dominarán esa situación. Pues tendrán como patrón ese fogueo previo que llevaron a la práctica. Con todo esto tendrán una gestión de dominación de temas. Obtendrán la atención de ustedes mismos. Se motivarán, pero sobre todo inspirarán a los demás. El limite lo puedes romper según tu nivel de inspiración y motivación, es decir dominas y eres dominante. ¿Lo eres?