No es desconocido que muchas marcas se unen a la tendencia de modificar sus emblemas hacia un diseño plano y minimalista, pero parece ser que el nuevo logo de Sam’s Club se extralimitó y le robó la esencia que lo caracterizaba.

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La tienda de membresía de Wal-Mart mostró hace unos días su nueva identidad, la cual consiste en dos líneas con ángulos que están en direcciones contrarias, así como una nueva tipografía sans serif totalmente en minúsculas, además de perder los distintos tonos de índigo y verde que tenían, dejando sólo un color azul opaco y blanco.

El rebranding sólo se anunció en la marca estadounidense y no ha llegado a las sucursales mexicanas, pero esto probablemente ocurra en los próximos meses. En general la percepción de este rediseño no causó mucho furor y por el contrario se considera aburrido, genérico y mal logrado.

Las principales molestias es que el nuevo tono de azul tiene más tintes de verdes (tal vez para reemplazar el que eliminaron) lo que lo hace menos brillante y llamativo. Así como las formas que crean el supuesto “diamante”, puesto que en realidad parecen dos paréntesis de chevron que se asemejan más a los símbolos de códigos para programar, que algo para dar identidad a una tienda de retail.

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Otra de las inquietudes es la elección de minúsculas para el texto de la marca, dado que éste proviene de su propio fundador, Sam Walton, lo que lo despersonaliza y reduce a un nombre común y no uno propio; además de que la tipografía utilizada tiene un apóstrofe que se podría confundir fácilmente con los ascendentes de las letras “l” y “b”.

En general, de acuerdo a expertos, el rediseño se siente demasiado simple y no vale la pena el gasto que significará cambiar todas las tiendas y demás identidad corporativa con ese nuevo logo. En Paredro nos gustaría leer tus comentarios y opinión.