Este verano se tiene contemplada la inauguración del Shanghai Zhongxin, el segundo edificio más alto del mundo, en esta ciudad asiática.
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Con una altura 632 metros y 128 pisos esta construcción sólo es superada por los 828 metros de la torre Burj Khalifa (Dubai), y está considerado como el más grande edificio de doble fachada del planeta.
Su estructura alojará a un hotel entre los pisos 84 y 110. Seis años tomó su construcción y está formada por una torre vertical de cristal, recubierta por otra fachada exterior acristalada, que se retuerce elegantemente sobre sí misma, como si se enrollara, articulada en torno a una serie de plataformas de planta más ancha que los demás pisos, que se suceden más o menos cada 15 alturas) es tan estética como práctica.
Esta mega obra corre a cargo del arquitecto estadounidense Marshall Strabala. Su estructura, suavemente retorcida, debe su forma a la capacidad de reducir las cargas del viento hasta en un 28 por ciento, lo que equivale a unos 60 millones de dólares de estructura que no se tuvo que construir.
Este diseño permite además contar con una bolsa de aire, entre las dos fachadas, que funciona como un excelente aislante térmico natural, especialmente útil en una ciudad con la humedad y las temperaturas de entre cero y 40 grados que suele alcanzar Shanghái todos los inviernos y veranos.
El edificio, de 530.000 metros cuadrados cuenta con 106 ascensores que subirán una velocidad de a 18 metros por segundo hasta el mirador turístico más alto del planeta (piso 119), que también tendrá una terraza abierta en el piso 121.
