El portafolio es un documento esencial para tu proyección profesional y por eso no puedes tomarlo a la ligera al momento de su elaboración.

Para que el resultado de su desarrollo culmine de manera exitosa hay cinco cualidades que no puedes dejar de lado, por el contrario, tu proceso creativo debe conducirse en la búsqueda de ellas:

1.- Autenticidad
Puede ser que algunos de tus trabajos estén inspirados en los de algunos creativos más, pero si es tuyo, tendrá tu toque, tu estilo y tu esencia. Aquellos trabajos que más reflejen tu esencia son los que debes incluir en el portafolios.

2.- Relevancia
El portafolios debe incluir aquellos trabajos que más éxito han tenido ante clientes y entre los colegas, los que han merecido algún reconocimiento o galardón o aquellos que las audiencias reconocen.

3.- Estilo
La manera de trabajar de los creativos se va definiendo a medida que se desenvuelve en su profesión y también se va afinando a fuerza de realizar proyectos nuevos. Pero también se define con las experiencias adquiridas de manera externa y todo eso se refleja en tu trabajo, aprende a encontrar esa esencia y define tu estilo a través de tu portafolios.

4.- Significado
Cualquier proyecto creativo puede sostenerse a partir de su trasfondo y el significado que tiene más allá de su apariencia. Los trabajos más significativos son lo que tienen una historia detrás de ellos, están soportados por una base documental y por una investigación creativa. Si cuentas con este tipo de trabajos, es necesario que los incluyas en tu portafolios.

5.- Calidad
No resultan aceptables los trabajos que no tienen condiciones de mínimas. La limpieza y la pulcrutud, así como la precisión y buena presentación son características que deben acompañar a cada uno de tu trabajos; si alguno de los proyectos plasmados en tu portafolios no cuenta con estas cualidades, es mejor que no lo incluyas.