¿Qué pasaría si las mujeres dentro de cuadros famosos lucieran como modelos de la actualidad retocadas con photoshop? A esa pregunta responde la diseñadora Lauren Wade, quien se encuentra en contra del abuso y exceso de esta herramienta por la falta de naturalidad y los falsos estereotipos que se crean.

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El tema de el abuso de photoshop siempre es causa de controversia entre activistas, artistas y la sociedad en general, ya que algunos argumentan que la belleza presentada es totalmente falsa, mientras que otros la describen como la belleza que nunca se podrá alcanzar.

Para unirse a estos argumentos en contra del programa digital, la artista gráfica Lauren Wade, quien considera que el uso excesivo de Photoshop ha cambiado nuestra percepción de la belleza, realza ese punto y toma algunas pinturas famosas del renacimiento y el impresionismo e imagina como lo se verían la Venus y otras musas del arte si se utilizara photoshop para moldear sus cuerpos curvos.

El arte de Lauren Wade nos deja ver algunas célebres pinturas clásicas en su versión más actual, es decir cambia su peso y figura que se inspira en el de las modelos de hoy en día, dando así una apariencia más delgada y hasta un poco estilizada de como se vería cada una de las mujeres que poso en el pasado para grandes pintores.

Demostrando como el estándar de belleza para la sociedad es inalcanzable, ahora con las nuevas tecnologías la gente es modifica de manera más perfecta para dejarnos ver su “belleza”, más la exposición que los medios de comunicación ofrecen. Lauren se inspiró en las fotos que ha visto recientemente en las que las modelos tienen partes de su cuerpo más alargadas de lo normal provocada por un “ligero” cambio digital.

Ella escribe al respecto en su sitio web: “A lo largo de la historia del arte, pintores como Tiziano, Rubens y Gauguin encontraron belleza en los cuerpos de las mujeres que nunca encajarían en la talla 0“. Además agrega: “Hemos tomado un pincel digital para licuar los aceites cuidadosamente en capas de algunos de los cuadros más célebres de la figura femenina, mordiendo y metiendo a voluntad la delgadez actualmente presentada. Puede haber algo de sacrílego en eso, pero lo mismo se podría decir de nuestras ideas contemporáneas de la belleza”.

Un trabajo que enseña a aceptar tal cual nuestro cuerpo y no tratar de imitar la figura irreal de las modelos presentas en campañas, portadas o sesiones fotográficas.