IKEA posee grandes diseños, pero jamás tendrá ese toque artesanal y exclusivo que a todos les gusta, esa idea de se único llevó a una fotógrafa de Lituania a fotografías las puertas de distintas casas en su país.
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Todo comenzó, según ha relatado Agne Gintalaite, cuando se detuvo en la calle Prusu y vio 500 puertas de garaje, como una reliquia, algo único de lo que IKEA no puede presumir y decidió documentarlo en fotografías.
La fotógrafa que está muy ligada a los temas sociales quiso documentar esos objetos por que es probable que algún día desaparezcan y deseaba comunicar al espectador no sólo la ambivalencia y la estética, sino también la significación humana de estas puertas de garaje.
Las fotografías resaltan sin explicación alguna los juegos de color y las texturas de esas puertas de Lituania.
