Una de las labores más complicadas en fotografía es retratar niños dada su naturaleza inquieta y poca paciencia.

Para hacer más llevadera la tarea de retratar a los peques, te presentamos a continuación cuatro recomendaciones que harán que los resultados sean los mejores.

1.- Haz del Sol tu aliado y no tu enemigo
El Sol es tu lámpara natural en lugares abiertos, pero debes seleccionar bien la hora en la que realices una sesión de fotos porque si lo haces a medio día, por ejemplo, las sombras en los rostros de los niños no los harán lucir bien. Por otro lado, recuerda que la piel de los chavos es sensible, así que no te olvides de un buen bloqueador y mantenerlos bien hidratados para evitar insolaciones. Buen lugar para resguardarlos del sol será ideal para los tiempos muertos.

2.- Entreténlos
Si hablamos de niños muy pequeños, trata de llamar su atención con juguetes que dirijan su mirada hacia la cámara; si son un poco mayores tal vez puedas distraerlos con películas apropiadas para ellos. Déjalos descansar por ratos de las luces fuertes y de permanecer quietos en un solo lugar.

3.- Perspectivas
Para que sus rostros tengan movimiento, y naturalidad, los distractores te pueden ser de utilidad, lo ideal es que la locación que elijas sea un lugar que llame la atención de los pequeños: juegos infantiles, parques y escenarios especialmente pensados para ellos.

4.- Déjalos que sean niños
No seas duro con ellos, no exijas que tengan la disciplina de un adulto, háblales claro pero con suavidad y trata de que se sientan cómodos para que logren expresar su naturaleza de niños en la lente.