Es común que como fotógrafos profesionales se esté acostumbrado a que las personas tengan ciertos comportamientos o  que reconozcan las direcciones, incluso existen una familiaridad tan cercana que es posible adivinar los movimientos del otro; aunque es una ventaja trabajar con alguien que ya conoces, los dificultades podrían crearse al fotografiar a personas que no son modelos.

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Por ello es fundamental seguir algunos consejos (tanto del fotógrafo, como de la persona retratada) que mejoren la sesión fotográfica y la hagan más pasadera.

  • Comodidad: El principio básico es que ambos se sientan cómodos, si el o la retratada disfrutan del evento, lograrán una naturalidad que se reflejen en las fotos, en cambio si se nota tenso, esto se visualizará en las imágenes.
  • Paciencia: Como fotógrafos debemos entender que las personas se intimidan ante una cámara o que simplemente no saben que poses hacer, por lo que tienen que ser muy pacientes con sus clientes.
  • Confianza: Aunque parezca muy lógico, a veces se olvida de la barrera de la intimidad, los fotógrafos se levantan y acomodan a las personas, pero esto podría ser incómodo para ella.

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Si deseas conocer consejos más a profundidad y con ejemplos visuales, la fotógrafa Anita Sadowska realizó un tutorial en el que comparte sencillos trucos para fotografiar  a una persona que no es modelo, que se sienta bien ante la cámara y que por supuesto se refleje en la cámara. La fotógrafa Irene Rudnyk es la encargada de poner a prueba todos los tips y podrás ver el antes y después de cada uno de ellos.