Los fotógrafos ucranianos Vitaliy y Elena Vasiliev visualizan un ‘apocalipsis en el arte‘, con una serie que se basa en la fascinación contemporánea mórbida y en el amplio barrido de la catástrofe y el desastre, en particular las teorías sobre el fin del mundo.
Notas relacionadas:
7 objetos que no pueden faltar dentro de la habitación de un diseñador
Estrenan carteles y tráiler de Mad Max con una propuesta visual de alto impacto
Los superhéroes adquieren un diseño más minimalista que nunca
El espíritu de armageddon “tiene influencia sobre la cultura moderna e infecta lentamente todo lo que nos rodea”, así describen los artistas su trabajo y se hacen cuestionan: “¿Cómo este virus afectará el arte? ¿Todavía habrá un lugar para el arte en la sociedad? ”
Instituciones de arte, catalogados dentro de algunas de las estructuras arquitectónicas más importantes del mundo, ahora están situados en paisajes ominosos, desintegrándose y listos para ser arrasados por los elementos naturales destructivos.
Entre las obras fotográficas se encuentra el museo de Nueva York ‘Guggenheim’ tambaleándose al borde de un acantilado y enterrado bajo montones de arena y polvo; el museo Niteroi de Niemeyer está cubierto por la nieve ; el apilado nuevo museo de SANAA flota a contra corriente del mar; el Centro Pompidou apenas se erige contra una tormenta de arena que azota a través de él.
Metafóricamente, esta obra se relaciona directamente con la decadencia natural del mismo humano pero vista y reflejada con la arquitectura famosa del mundo dentro de un contexto apocalíptico estéril y difícil de escapar.
Vitaliy y Elena Vasiliev ilustran como las personas no puede posponer el accidente, han perdido la capacidad de crear y lo único que realmente pueden hacer es buscar y arreglar lo destruido.
