El avance tecnológico ha creado un fenómeno desconcertante, pues al tiempo que sirve para acercar más a las personas, parece que sin un aparato de por medio los humanos no se pueden relacionar, es decir, estamos perdiendo la característica de ser gregarios.
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Un ejemplo de ello es el brazalete diseñado por el español Andreu Escrivà, el cual permitirá que las personas se conozcan de manera más fácil, algo que puede resulta contradictorio a nuestra naturaleza.
El funcionamiento de la pulsera Affinity es muy sencillo, pues se activa cuando el usuario ingresar los datos en intertnet, como son intereses, afinidades, gustos personales, es decir, una serie de información que pueda generar interés en otras personas.
Cuando dos o más usuarios se crucen en sus caminos y los intereses sean afines, la pulsera vibrará y ese será el indicador de puedan relacionarse. Algo novedoso, que además destaca por su diseño, pero a la vez criticable por que muestra que estamos perdiendo la capacidad de decir un hola ¿cómo estás? sin que exista de por medio la tecnología.
