El diseño está plenamente vinculado a la arquitectura, al final del día, la palabra “diseño” engloba muchos aspectos, profesiones y actividades. Cuando una persona inventa algo, véase el programa de Shark Tank, tiene una idea de un producto, una solución a algo o un proceso para desarrollar algo de manera más simple, todos ellos están diseñando.
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Textualmente la definición de diseño es la siguiente “El diseño se define como el proceso previo de configuración mental, “pre-figuración”, en la búsqueda de una solución en cualquier campo. Utilizado habitualmente en el contexto de la industria, ingeniería, arquitectura, comunicación y otras disciplinas creativas.” Su origen etimológico, viene del latín, no podría ser más hermoso disegno, o tal vez sea mi increíble gusto por el idioma italiano.
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Al final del día, cualquiera que sea la profesión, la palabra lo dice todo, es el estado mental de CREAR y eso es la clave del mundo que tenemos hoy, todos los días, alguien crea algo. Lo diseña, lo plasma en un papel y de ahí arranca la vida de un nuevo producto.
En el caso de la arquitectura, el proceso es exactamente el mismo, diseñar = imaginar, como se imagina una persona un espacio, que va a sentir, oler, ver, oír y a veces saborear, diseñamos para nuestros sentidos.
En lo personal, aun plasmo ideas en papel, he intentado plasmarlo en el Ipad, con aplicaciones buenísimas de dibujo, pero aún no se siente igual. Nada como el papel. Ponemos las ideas o croquis plasmados en un papel y de ahí vienen todos los procesos mentales para llevarlos a la realidad.
Vivimos en un mundo acelerado, ya no es como antes, donde diseñar un sitio y construirlo tomaba años, estamos en el periodo de hacer todo rápido, diseño; rápido, presupuesto; rápido, ejecución; rápida. No sé qué tan bueno sea esto, claro, no estoy hablando de que pasen décadas para ejecutar un trabajo y depende del tamaño y su complejidad, pero creo que no era malo, el tomarse su tiempo. Me refiero a que por ejemplo, los arquitectos de antes, diseñaban las manijas de las puertas, de tal modo que el producto final, hiciera todo el sentido con el todo diseño, hoy pensamos en las manijas y solo es tema de ir a una tienda para escoger cual se adapta más a nuestras necesidades.
Ahora también el diseño se ha convertido en interdisciplinar, ya no podemos pensar en que un proyecto por ejemplo de ciudad (arquitectura de ciudades = urbanismo), no se lo puede aventar un solo urbanista, ahora en el equipo hay ingenieros viales, sociólogos, ecólogos, economistas, abogados, urbanistas, arquitectos y biólogos. Lo que una persona podía ejecutar antes, ahora lo hace un equipo y creo que es mejor, porque es claro que por muy urbanista, uno no puede ser todo vidente y todo diseñador, si los criterios, mas no el detalle.
Esto me lleva a pensar en un producto, las impresoras 3D, antes me maravilla el tema de los rauters, literal hacer los planos en Autocad de un proyecto, pensemos una casa habitación y prácticamente al momento de dibujar los planos podíamos mandar a imprimirlos en papel, para poder presentarlos y en cartón, para poder solo pegar piezas y hacer una maqueta. Eso acorta el tiempo de producción muchísimo, antes era gastar muchas hojas de “cuter” para llegar al despiece de la maqueta. Hoy solo pegamos. Pero las impresoras 3D, ufffff, ya no pegamos piezas, ya podemos imprimir desde el modelo 3D del proyecto, directo un maqueta volumétrica del proyecto. Hablando de simplificar procesos y tiempos, no es increíble.
A donde vamos a llegar, como dicen por ahí la imaginación es el límite. A mi criterio, ¿la imaginación tiene límite?
De principio les dejo este último video que nos da una idea, de hacia dónde vamos con la impresión 3D (abusados dura 50 minutos, es una conferencia).
