Típicamente las abuelitas suelen tener una vasta colección de figuras de porcelana, mismas que adornan las estancias de sus casa o bien otros espacios, pero ¿qué sucede cuándo adquieren formas terribles?

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La artista danesa Maria Rubinke ha creado unas asombrosas, pero escalofriantes, figuras de porcelana con forma de niños, pero destacan por ser una cruda realidad, ya que son infantes que más que ternura, provocan terror.

Por ejemplo, una de ellas es una pequeña que se abre su cabeza y podemos ver el cerebro al rojo vivo, o bien el niño que se encuentra en una bañera y dentro de ella se encuentra un tiburón que le comido parte del rostro.

Rubinke trabaja con la figura de porcelana clásica, pero refleja lo incomprensible y caótico que puede ser el inconsciente humano al mostrarse. Las figuras son atractivas debido al blanco de la porcelana, pero al mismo tiempo también por la forma en que las presuposiciones se distorsionan.

La artista es graduada de la School of Glass and Ceramics en Bornholm, y su trabajo ha sido objeto de exhibiciones en Haugar Vestfold Museum of Art, en Noruega, y el Civic Museum Bassano del Grappa, en Italia.

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