Ahora que la capital mexicana ha dejado de denominarse Distrito Federal para ser simplemente Ciudad de México, cabe preguntarse si la identidad visual de la urbe va a a transformarse también, es probable que no porque la nueva denominación en realidad nunca ha dejado de formar parte del lenguaje de sus habitantes.

Y es que, contrario a lo que algunos medios de comunicación están dando a entender, el nombre de Ciudad de México siempre ha sido una de las denominaciones oficiales para la capital mexicana, sencillamente ya no puede llamársele Distrito Federal porque su configuración jurídica es otra: ahora es un estado libre, que tendrá su propia constitución política y facultades independientes dentro de la federación mexicana.

Y hablando de la identidad visual de la urbe, no debemos confundir su escudo oficial con el diseño que cada nuevo gobierno destina a la identificación de la administración pública local.

El escudo de armas, que se puede observar en las escalinatas del antiguo Palacio del Ayuntamiento, sede de la administración capitalina, data del siglo XVI y fue otorgado por la Corona Española, que en aquellos años dominaba este territorio.

Se trata de un grafismo que representa dos leones rampantes (en posición de ataque) que flanquean un castillo constituido por tres almenas y un puente. Alrededor de este elemento visual se enmarca un escudo español que contiene en su camino diez pencas de nopal.

CIUDAD DE MÉXICO ESCUDO DE ARMAS

Las demás identidades visuales, las que cada nueva administración o gobierno de la Ciudad de México ha adquirido para promover su labor, esas seguirán cambiando y seguramente retomando elementos emblemáticos de la capital de México.

Por ejemplo, tanto el gobierno actual (Miguel Mancera) como la anterior administración (Marcelo Ebrard), emularon a la Columna de independencia, el emblemático Ángel, para identificar su imagen oficial. En ambos casos la denominación de la urbe fue Ciudad de de México y no Distrito Federal.

El gobierno anterior (Andrés Manuel López Obrador) tampoco se refería siempre al Distrito Federal, sino a la Ciudad de México y como elementos visuales integraba al escudo oficial, pero también al Códice Mendoza, que fue creado en 1542 y que emulaba el surgimiento de la antigua ciudad de México-Tenochtitlan.

Como vemos, no importa si la ciudad cambió de nombre porque en realidad siempre (desde la llegada de los conquistadores españoles) se llamó Ciudad de México. La capital mexicana, además, ha tenido su propio escudo de armas desde hace siglo y es este elemento visual el que lo distingue a cualquier lugar del mundo.

 

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