Cuando se piensa en creatividad, algunos se pueden imaginar que quienes son creativos son los que tienen las grandes ideas o que siempre se hacen preguntas por tener una sed insaciable de aprender cosas nuevas.

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Pero ¿la creatividad es un talento natural o se adquiere? Shelli Walsh, una experta en el tema en diseño abre un debate interesante al retomar a diversos autores. De acuerdo con Donald N. MacKinnon, quien es considerado un investigador líder en el mundo de la creatividad: afirma que “las personas creativas tienen una considerable flexibilidad cognitiva, se comunican con facilidad, son intelectualmente curiosos y tienden a dejar que sus impulsos fluyan libremente.”
Pero en otras ocasiones la creatividad se percibe como algo externo, un talento inherente para unos pocos elegidos. Pues las ideas se generan por el pensamiento y esas habilidades pueden aprenderse, según José G. Gómez.

Pero hay que aclarar que algunas personas tienen una mayor aptitud para el pensamiento creativo, mientras que otras son más lógicas, por lo que no es don para alguien selecto.

De hecho, el aprendizaje de una variedad de habilidades de pensamiento tendrá un impacto dramático en su productividad y la producción. De ahí a que se le considere una técnica y por lo tanto, los expertos en codificación y diseño de páginas web requieran un enfoque altamente creativo y las habilidades de resolución de problemas de diseño.

En conclusión, efectivamente, existen personas que nacen con un talento natural para producir ideas y cosas creativas, pero también es posible aprender una técnica que le ayudará a cualquiera que lo requiera a ser creativo, la cual, brevemente, tiene que ver con los siguientes pasos:

1. Recopilar toda la información posible sobre un tema, para definir la problemática con exactitud.
2. Analizar dicha información y categorizar dichos datos.
3. Revisar que otro tipo de soluciones se han dado a retos similares.
4. Dejar descansar un tiempo dicha información, para incubarla.
5. Luego realizar ejercicios como las lluvias de ideas, sin juzgarlas de antemano, el propósito es dar oportunidad a que las ideas fluyan sin tropiezos.
6. Si se llega a algo positivo, se puede comenzar su producción
7. Si no se llega a algo definitivo o satisfactorio, regresar al punto 1.