Es una constante que se piense que el mundo de la moda es fácil y glamuroso, pero para Blanca Santa María, eso no es así, pues a través de los años que lleva de carrera ha aprendido que implica un esfuerzo.
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Una carrera exitosa
Santa María, una reconocida fotógrafa en el mundo de la moda, entró por la puerta grande, pues conoció a Héctor de Anda cuando era editor de Vogue México. Por esa época, “apenas hacía mis pininos”, comentó la artista de la lente.
Lentamente se retiró del mundo editorial, según relató, ya que “la parte editorial ya no me daba tiempo, por que comencé a tener clientes importantes, como almacenes y diversifiqué mi parte comercial”.
Sobre esto último, Santa María asegura que los fotógrafos suelen ser criticados por alejarse de la parte artística y son llamados mercenarios. Sin embargo, no está de acuerdo, por que tratar con un cliente “también es un arte”.
Por que su trabajo como fotógrafa es “ayudar (al cliente) a vender sus prendas, que no siempre son bonitas o no están bien hechas. Pero uno no puede cuestionar esa parte, sino hacer su trabajo bien”.
Cómo sobrellevar la profesión
Aunque los clientes ni siempre son el problema, sino con otros miembros del equipo, como las modelos. Santa María ha visto un gran cambio en el mundo de la moda en México, pues antes “habían sólo ocho modelos que hacían todo”.
Aunado a ello, esta profesión implica trabajar en equipo. Santa María aconseja que se deben tratar bien a las personas, por que el éxito de un proyecto no depende sólo de una persona: “si tu tratas bien a tus maquillistas y hasta la gente de planchar” saldrá mejor todo, pues “si la señora no hace bien su trabajo, tampoco se verá bien el tuyo.”
Santa María fue cuestionada sobre cómo sobrellevar su profesión con su vida privada, a lo cual contestó que el trabajo no está exento de ser criticado, por que “está a la vista de todo público”.
Compaginar su profesión con su vida privada no resultó tan fácil, pero durante los 30 años que estuvo casada tuvo que desempeñar el rol que le correspondía con la familia que formó con Gabriel Covián, “te tienes que ocupar de ello, o como sombrerero, quitarte el sombrero y poniéndote otro”.
Nuevos talentos
Santa María fue cuestionada sobre si llega a pesar la edad como fotógrafa, a lo cual afirmó que no, por que “afortunadamente el trabajo de estudio es más cómodo, a través de los años aprendes muchas mañas”.
“Hay que estar en buenas condiciones físicas, por que no es un trabajo fashion como aparenta, detrás hay trabajo físico”, agregó.
Incluso, la fotógrafa cuenta con un equipo joven y aún sigue vigente en el mundo de la fotografía, ya que cuenta con un espacio que renta para trabajos fotográficos, pensado justo como a ella le hubiera encantado contar cuando alquilaba lugares para hacer su labor.
El presente y el futuro
Santa María afirmó que el mundo de la moda efectivamente ha mejorado con más clientes que buscan promover sus diseños, pero que en muchas ocasiones no cuentan con el presupuesto suficiente para costear a profesionales.
Consciente de ello, la fotógrafa ha apoyado a diversos jóvenes que buscan un lugar en ese mundo tan reñido, sin que ello represente “abaratar el trabajo” y menos “hacer poquito”, sino tratar de hacer en grande, “es cuestión de actitud”.
Por otra parte, la artista detrás de la lente, comentó que la tecnología ha nutrido de manera favorable a la fotografía, por ejemplo calificó a los programas de retoque como una herramienta maravillosa, aunque advirtió que “hay cosas que se pueden con retoque”, como si faltó una luz o no se supo manejar a la modelo.
El internet también ha sido otro beneficio para la fotografía. Finalmente, Santa María cree que ya no hay vuelta de hoja, pero quizás en un futuro es posible que se regresen a los inicios: “volver a usar la película”.
