Como diseñadores creemos ser los expertos en una solución de problemas. No hablo de lo gráfico, sino de lo sensible que debemos de ser para detectar lo más insignificante. Eso ya no se convierte en un diseño gráfico, pero si en uno integral y estratégico.

Ya no nos convertimos en expertos, sino en aprendices, pues un diseñador gráfico no es el indicado para diseñar el interior de una cafetería o de un hotel. Bueno eso depende del presupuesto del cliente. No me sorprendería pues he visto abogados como gerentes de marketing. No sé cual profesión se ha prostituido (perdón por la palabra) más, pero si es denigrante.

Una vez teniendo la humildad de aprender sin importar si eres jubilado, o si eres de una demografía a tu compañero de al lado tendremos el poder de alimentar eso que por siempre creemos que nos adolesce, sí, de adolescente. No podremos supervisar, gestionar ni delegar si no consideramos que cada uno de nosotros tenemos el poder de crear e innovar.

Hace unos minutos le preguntaba a alguien: “¿Cuál es tu misión en la vida?” La respuesta fue igual que la tuya: “no sé” con un decibel como si fuera ilegal hablar. Sus ojos temerosos viendo hacia abajo llenos no de lagrimas, pero si de inseguridad. Eso sí. A tu cliente le haces la misión y la visión. Eres todo un experto en los demás por ganar dinero o tener mayor reputación de hace 5 minutos.

Es verdad que no contamos con la creencia de la pertenencia de un poder interno. Siempre esperamos instrucciones que ese abogado al cargo del área de marketing de ordena. No te queda de otra. Lo haces.

Piénsalo. Hace una semana me quise hacer una prueba a ver si estaba en lo correcto y si en verdad lo que hago es lo indicado para mi. Estoy haciendo lo mismo, sólo que el problema no es con pago en efectivo. Tampoco por medio de una transferencia electrónica. El pago es que te digan: “No ma@#%, caíste como anillo al dedo” En resumen el pago es con sonrisas, apretones de mano y abrazos.
Me fui a una A.C., obvio sin fines de lucro, la cual siempre necesitan de ayuda. Esperé lo inesperado y me gustó. Mi función es ayudar a generar ideas, aterrizar las que ya existen, de gestionar todo lo que se pueda para evitar ‘reborujos’ (desorden) y facilitar lo más que se pueda. Sí. Lo simple de lo simple pues nadie está perdido sino sabe a donde va.

¿Tienes el poder de hacer un diseño social? ¿Haces lo que haces por vocación o porque necesitas pagar las chelas? Esta experiencia que te cuento no es de agarra un solo extremo, pero cómodamente puedes organizarte para dedicarle unas cuantas horas en la ayuda a Casa Hogar, Fundaciones, A.C.s, ONGs. Y cuando menos te des cuenta sabrás que al dar una vez recibirás el doble. Reparte tu riqueza intelectual. Soy de los que piensa que debes de dar la caña para pescar y no dar el pescado listo para comer. Inténtalo y después charlamos ¿va?