En sólo seis, Uber ha pasado de ser un servicio de gran lujo en San Frascisco a una compañía de transporte que opera en 450 ciudades en 72 países,además de gente, también ofrece comida y paquetes.
Para reflejar la naturaleza cambiante de su negocio y su creciente base de usuarios, es por eso que recientemente mostraron una nueva identidad visual renovada que pretende reflejar cómo su marca se ha expandido y evolucionado.
Dos de los principios clave que guiaron el proyecto de rebranding son el concepto de consistencia y versatilidad. No sólo esta nueva identidad debe ser lo suficiente distintiva como para ser reconocible a nivel mundial, sino también lo suficiente flexible como para adaptarse a diferentes lugares y audiencias.
El diseño final, inspirado en el tema de “Bits” y “Atoms”, consta de dos partes.
Los componentes primarios, incluyendo el logotipo, un esquema de color en blanco y negro así como un tipo de letra actualizado, reflejan el lado lógico de la marca y ayudan a mantener la identidad consistente entre países y submarcas, mientras que el colorido componente secundario proporciona la flexibilidad que permite la localización.