Los niños son tan inocentes cuando son jóvenes, pero a medida que crecen en el mundo salvaje, descubren el verdadero comportamiento de los seres humanos que han vivido más tiempo y que han hecho del mundo un lugar no tan feliz para vivir.
Notas relacionadas:
Un nuevo ejército de guerreros terracota es conformado por personajes de la cultura pop
La cena de Acción de Gracias diseñada para que te acurruques
Ink, el video musical interactivo de Coldplay en el que los fans deciden qué ver
Es difícil mantener esa dulzura una vez poseído por los medios de comunicación, la violencia y por una tecnología desfavorecedora. El artista Kevin Peterson explora este contraste al crear una colección de pinturas en donde la inocencia de una niña crece en un mundo roto. En sus grandes lienzos, vemos a chicas jóvenes en sus vestidos bonitos contra un duro contexto de muros de hormigón cubiertos de graffitis y carteles desgastadas.
En su declaración artística, Peterson dice que sus pinturas giran en torno a temas de la soledad y de la fuerza que se necesita para sobrevivir.
“Apoyar el frente de moderación, la servidumbre contra la libertad y la tensión frente la holgura, son todos temas que a menudo visito. Mi trabajo trata sobre el aislamiento, la soledad y la nostalgia se unieron con un nivel de esperanza optimista. Las cuestiones de raza y la división de la riqueza han surgido en mi trabajo. Esta colección trata de la idea de límites rígidos, el desglose de esperanza de dichas restricciones, así como preguntas sobre las fuerzas que organizan nuestro comportamiento”.