El Caballito, escultura emblemática de la Ciudad de México, permanece resguardada desde que un proceso de restauración mal ejecutado y dañó irreversiblemente la obra, al grado de que se ha convertido ya en un asunto de derechos humanos.

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Y es que la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH) exige al gobierno del Distrito Federal (GDF) explicar en qué consistió la falla que derivó en un pésimo proceso de restauración de esta estatua ecuestre de Carlos IV, creada por el escultor Manuel Tolsá y construida entre los años 1793 y 1802.

A decir de la CNDH, “el proceso de adjudicación para restaurar la obra no cumplió con las normas jurídicas, por lo que se vulneró el derecho al patrimonio cultural en agravio de la sociedad”.

CABALLITO

Desde el año 2013, el GDF autorizó las obras de restauración de esta pieza escultórica a una empresa que utilizó ácido nítrico al 30 por ciento para la limpieza de la obra, agente químico que ya n o se utiliza en este tipo de reparaciones, hecho que ocasionó que la patina original sufriera un daño irreversible.

La polémica y críticas no se hicieron esperar y desde entonces este emblema de la ciudad, que durante muchos permaneció en lugares tan importantes como la Plaza de la Constitución y la esquina de las avenidas Paseo de la Reforma y Bucareli, permanece recubierta por una red y un entarimado.

caballito 02

 

Fuente: Reforma