Con el fin de disminuir el uso de materiales que dañen al medio ambiente, se diseñó un nuevo estilo de embalaje para los tradicionales lápices de colores; la novedad: es que no necesitan de una caja para mantenerse unidos.
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Como si se tratara de palillos chinos de madera, así es este innovador concepto de embalaje para una línea de colores Eco-Friendly llamada Hexamine Pencils, los cuales para ser utilizados se tienen que romper. La idea pertenece al universitario con sede en Montreal Laurence Grégoire.
Después de ver como las cajas de cartón que envuelven los lápices eran desechas y no se le daba ninguna otra utilidad, ya que la mayoría de los colores pasan a ser guardados de inmediato en un estuche personalizado, así fue como este concepto surgió.
En lugar de los envases tradicionales de cartón, los lápices de madera están unidos entre sí y requieren que los usuarios los rompan cuidadosamente para utilizarlos. Cada lápiz tiene su correspondiente color escrito sobre él para facilitar su identificación.
Aparte de ser respetuoso con el medio ambiente, el acto de romper los lápices añade una agradable experiencia y sensación táctil . Un diseño bastante ingenioso e inteligente que debería ser puesto en producción por marcas como Crayola o Prismacolor.
