Alrededor del mundo existen locales que llevan el diseño hasta el más pequeño detalle, desde su diseño interior hasta el diseño de sus empaques y por qué no, de sus productos, este es el caso de tres heladerías que ofrecen al mundo una experiencia sublime al tomar un helado con diseño en un ambiente decorado muy ad hoc.
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Donde sea que se voltee, el cliente de estas heladerías alrededor del mundo se sorprende por el diseño interior de los locales, pero sobre todo por el de los helados que les sirven.
1. DRI DRI GELATO
En Inglaterra, Dri Dri Gelato, una cadena de heladerías, abrió su primer local en 2010 en Notting Hill. El concepto de esta tienda, que cuenta con dos establecimientos en Londres, es servir helados italianos con ingredientes propios del país europeo (aunque también tiene sabores que remiten a otras naciones), además sigue una estética que transporta a una idílica playa de la costa italiana con sus tradicionales toldos, casetas y sombrillas de colores gracias a su decoración basada en rayas en color amarillo y blanco.
El diseño de estas tiendas londonienses estuvo a cargo de los arquitectos del despacho Elips Desing, quienes también fueron encargados del St Martins Lane Hotel londinense.
2. EIS GREISSLER
En el corazón de Viena, esta heladería familiar cuenta con una variedad de 28 sabores diferentes. La alta calidad de sus ingredientes de origen orgánico, una producción artesanal y la creatividad en sus diseños la han convertido en una de las mejores heladerías de la ciudad vienesa.
Su interior también es digno de admirarse, ya que está decorado en madera clara y cuadros vichy en tonos blancos y azules. Sin duda, este pequeño local evoca el encanto del país austriaco.
3. ROCAMBOLECS
Situada en Girona, España, esta heladería es administrada por los populares reposteros hermanos Roca, quienes ofrecen a su clientela la posibilidad de degustar en forma de helado muchos de los postres que elaboran en su restaurante Celler de Can Roca Rocambolecs.
El diseño del local recuerda a las antiguas heladerías con los típicos carros de helados y sus piruletas de caramelo, tiene una estética al más puro estilo Charlie y la Fábrica de Chocolate. El proyecto fue realizado por el estudio de la interiorista Sandra Tarruella.
