Las fotografías del siglo XIX no pueden calificarse de una época de depresión absoluta, aunque sí tenían que preocuparse por las altas tasas de mortandad,más bien las poses tenían que ver con la actitud del retrato, ahora llamadas selfies, y lo que significaba en esa época tomarse una foto.

Hoy en día nos tomamos miles de selfies y las colgamos en Instagram y otras redes sociales en un intento desperado por comunicar nuestra aparente felicidad, pero la fotografía cuando nació era una arte, no tan valorado como una pintura pero había quien sólo tenía esa experiencia una vez en su vida.

selfie

Los victorianos que inventaron la fotografía disfrutaban la risa y el regocijo, era habitual en el pasado, sólo que estaban mucho más institucionalizados que hoy en día: desde los carnavales medievales, donde comunidades enteras disfrutaban de las payasadas y extravagancias cómicas desenfrenadas.

Lejos de reprimir los festivales y la diversión, los victorianos confirieron a la Navidad el carácter de fiesta laica que tiene en la actualidad.

retratoold
Las fotos de la época victoriana tenían un significado de registro y existencia de la persona. Pinterset Jennifer.

Posar para la cámara, en otras palabras, no era muy distinto de hacerlo para un cuadro. Era más barato, más rápido (a pesar de los largos tiempos de exposición) y significaba que unas personas que nunca habían tenido la oportunidad de ser pintadas  podían hacerse un retrato; pero, al parecer, la gente se lo tomaba con la misma seriedad que se reservaba a los cuadros.

lucretzia
Lucretzia de Rembrandt. Pinterest Frank Imtrorn.

 

meninas
Diego Velázquez realizó un selfie en su época y se inmortalizó en uno de sus cuadros más importantes que se exhibe en el Museo del Prado en Madrid. Foto Pinterest Argelia Rivera.

Aquello no era una “instantánea”. Al igual que los cuadros, la fotografía se concebía como el registro atemporal de una persona.

selfiesactuales
Las selfies actuales no se comparan con los retratos del pasado. Pinterest Lexi Hall.

Los retrato al óleo tampoco estaban plagados de sonrisas. Las obras de Rembrant serían muy distintas si todo mundo estuviera sonriendo, de hecho se perciben la conciencia de la mortalidad y el misterio de la existencia, que no son precisamente motivos para reírse.

Son contados los retratos que encontramos en museos donde la gente sonríe.

monalisa
La Monalisa de Leonardo Da Vinci es un ejemplo de los pocos restratos con una sonrisa. Pinterest Chevonne Kilty.

La presencia de esas realidades solemnes en las fotografías del pasado las hace mucho más valiosas que las instantáneas con una felicidad tonta colgadas en Instagram. A lo mejor, nosotros también deberíamos dejar de sonreír a veces.

gatoposando
Ahora nos burlamos de todo, gato posando sexy. Pinterest Ofelia Sarabia.