Ivette García:
Hoy es el Elevator Pitch, no se que voy a decir pero estoy nerviosa porque de seguro o pasa Eli o paso yo. Me gustaría mostrar mi proyecto de negocio, pero aun no esta listo, le faltan detalles y el profe de incubación nos dijo que es obligatorio pasar para mostrar el proyecto “Santa Nuez”.

Ha sido un día muy pesado porque busqué a profesores que nos asesoraran con el speech. Anoche Elisa y yo preparamos los prototipos y me dijo que ojala tenga recompensa esto. Yo personalmente tome amor al proyecto y me da gusto que mi esfuerzo individual (aunque sea un trabajo en equipo) diera frutos.

Fernando Guevara:
Con fecha el 25 de octubre de 2016 se invitaba a los alumnos de nuestra universidad TecMilenio a participar en un concurso de Elevator Pitch, el cual consta en exponer una idea de negocio en 60 segundos a un grupo de jueces.

Unas horas antes de la participación de nuestro proyecto en el concurso todavía no se definía cual sería el pitch que se iba a dar y mucho menos quien lo iba a exponer a los jueces, media hora antes de empezar, ya estaba elaborado el discurso sobre el proyecto, solo faltaba definir quién iba a ser la persona que lo diría, dada a la indecisión de los compañero a pasar, se decidió que un servidor y mi compañera, Ivette pasáramos.

Ya en el lugar del concurso los nervios eran muy intensos y existía una gran incertidumbre, los participantes fueron pasando uno por uno, hasta que llegó nuestro turno y todo el nervio desapareció.

Cuando los jueces volvieron y dieron la noticia todo el salón se quedó en silencio por un segundo, nadie del equipo esperaba ganar y después de ese segundo ya todo era emoción por el proyecto, habíamos probado que la idea generada en el salón de clases estaba cada vez más cerca de volverse realidad.

Carlos Rico
Fueron dos quienes dieron la cara, representando a un equipo, a un proyecto, a una idea, a una razón de ser y de emprender. Esta crónica esta redactada por las mismas voces que sonaron por sus compañeros de equipo, por el salón de clases y por una institución educativa a la que ellos pertenecen.

De una manera muy personal estas mentes nobles y brillantes, me refiero a todos los equipos, me hicieron sentir como un niño ansioso esperando la hora de entrada para el museo más increíble de chocolates. Si. Así soy yo. Una persona muy apasionada por lo que me intriga, por lo que me frustra, pero sobre todo por lo que amo y adoro.

Su profesionalismo al momento de la competencia me dejó sorprendido por su performance. Lo digo de una manera muy honesta. Expresar la idea principal de un proyecto para al mismo tiempo encontrar contactos comerciales en menos de 60” es algo que a su edad yo no hubiera podido hacer. Ambos equipos se prepararon y entendieron lo importante del Elevator Pitch.

¿De que sirve que tengas un proyecto si no sabes venderlo? Bueno, ellos lo hicieron muy bien. Tan bien que ya están en platicas comerciales para puntos de venta.