Las líneas convergentes que conforman el entorno visual que nos rodea representan un elemento que puede ayudar a establecer la composición en la fotografía.

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Estamos hablando de las líneas que convergen en un solo punto dentro del espacio visual que nos rodea y del cual hay que seleccionar aspectos que integrarán los encuadres en fotografía. Pensemos, por ejemplo, en unas vías del tren… cada riel conduce la mirada hacia el horizonte y brinda una sensación de que a lo lejos se juntarán, lo cual sabemos, no sucederá. Lo mismo podemos observar en una carretera u otro tipo de camino, así como en los elementos de algunos espacios arquitectónicos, por ejemplo. Para utilizar este recurso visual de la mejor manera, enumeramos a continuación tres recomendaciones.

1. Juega con la posición
Puede ser muy útil situarse en medio de las líneas convergentes para situar el punto donde se unen en medio de tu composición. Si te sitúas a un lado de las líneas, estas pueden cruzar de manera diagonal tu encuadre y obtendrás un resultado interesante y con movimiento.

2. Lente Gran Angular
El uso de un lente gran angular permite acentuar el efecto de profundidad que brindan las líneas convergentes, sobre todo si te sitúas en medio de las líneas es posible potenciar su efecto visual.

3. Coloca al sujeto en el sentido de las líneas
Colocar al sujeto de la fotografía en el punto donde convergen las líneas le dará un mayor impacto e importancia. Al realizar esta acción básate en la teoría de los nueve cuadrantes y coloca a tu sujeto en el quinto de ellos.

Fuente: Dzoom