En marketing constantemente estamos en la búsqueda del mejor diseño para vender nuestro producto o servicio. Ejemplos recientes nos comprueba que el diseño vende, Apple, Ferrari, o Bowers & Wilkins son algunas empresas que se han hecho potencias mundiales a partir de su imagen de marca o producto.

E problema es el parámetro de diseño bueno, ¿qué es un buen diseño? la realidad es que el buen diseño muchas veces está basado en lo que el cliente (dueño de la marca) quiere, pocas veces se le pregunta al consumidor final su opinión. Este fenómeno lo vemos repetido en restaurantes que nos reflejan al mercado objetivo, y a los que el consumidor simplemente no entra ya que los considera pomposos o caros, o sitios web imposibles de entender.

Las codificaciones gráficas deben obedecer al público objetivo, un simple estudio de la competencia nos puede dar una idea de lo que se espera en la categoría. Es indispensable entender que nuestra percepción de lo que debe ser o no un diseño es subjetiva, en ciencia sucede lo mismo, es por esto que el procedimiento es crear una hipótesis y después se intenta desacreditar, así se evita caer en un sesgo de confirmación.

El trabajo del diseño es comunicar y codificar visualmente un producto o servicio, es su obligación conectarse con los deseos conscientes e inconscientes del consumidor. El único camino para lograr este camino es investigar al cliente final, compararse con la competencia y proponer nuevas soluciones. Por supuesto este camino es contradictorio con el concepto de innovación en el que por arte de magia se inventan las cosas, es importante no engañarse, todas las marcas líderes en diseño investigan de una forma u otra, no hay generación espontánea de innovación.

Alvaro
Director de operaciones Revista Merca2.0, colaborador semanal en temas de mercadotecnia con Eduardo Ruiz-Healy en Radio Fórmula, maestro con la Escuela de Mercadotecnia. Apasionado del marketing.