Los primeros en organizarse en Latinoamérica fueron los Juegos Olímpicos de México 1968, y fueron pioneros en plantear un programa integral de identidad olímpica. Es decir, no sólo fue el logotipo sino una personalidad que se plasmó por toda la Ciudad de México.

El logotipo fue diseñado por Eduardo Terrazas, Pedro Ramírez Vázquez y el diseñador gráfico estadounidense Lance Wyman, es un logotipo tipográfico en blanco negro que dice “México 68”, el único elemento de color son los anillos olímpicos que forman parte del año sobrepuesto, sin duda una característica muy innovadora para la época.

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De acuerdo a sus creadores, está basado en los patrones formales de los indios huicholes e influenciado por la estéticas del op-art y el arte cinético, que tiene como finalidad crear la sensación de expansión de las letras, como una onda de agua creada por la perturbación de su superficie.