Todo diseño requiere comunicar con éxito un mensaje que resulte significativo a la vista del espectador.
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Cualquier diseño, sea un logotipo, un cartel, una ilustración o cualquier otra vertiente de la creatividad visual, necesita transmitir las ideas que el autor, a solicitud del cliente, se ha propuesto comunicar. El problema es cuando la falta de originalidad (y algunos casos de plagio) hace que muchos diseños resulten similares y se pierdan en un mar saturado por propuestas visuales. Para hacer un buen trabajo creativo, te proponemos seguir los siguientes consejos.
1. Elementos múltiples
Una idea concisa puede ser complementada por una u otras ideas más que harán que tu mensaje resulte más original: piensa en las marcas de agua y demás medidas de seguridad que se aplican a los billetes que imprime una casa de moneda: tantos elementos los vuelven imposibles de reproducir. Con esto no queremos que hagas complejos y sobre recargados diseños, simplemente agrega elementos que le darán originalidad.
2. Sencillez
Con este elemento cerramos el punto anterior. La originalidad e incorporación de elementos no debe estar peleada con al sencillez, cualidad indiscutible de un buen diseño. Recuerda que la limpieza en la imagen hará posible que el ojo humano sintetice y recuerde con mayor facilidad cualquier prpuesta visual.
3. Personalización
Brindar características únicas a un diseño permite que se vuelva irrepetible Volviendo al punto número uno, la incorporación de elementos confieren cualidades únicas al diseño y quien lo ha encargado lo agradecerá.
4. Simbolismo y dinamismo
Para lograr que un diseño se pueda imaginar en distintos ámbitos hay que darle la fuerza simbólica que le permita representar conceptos concretos y complejos. Si un diseño tiene unidad y un significado bien establecido, este será dinámico y adaptable a distintos soportes y ámbitos.
Fuente: Marketing Directo
