El cortometraje hace alusión a la muerte en forma graciosa, característica del mexicano. Un hombre muere (con voz de Bruno Bichir) y desciende al mundo de los muertos, en donde es recibido con una fiesta bohemia por un gusano, calacas sonrientes y la mismísima Catrina quien le canta sensualmente.

Después de un rato de diversión y coqueteo, el hombre descubre que, después de todo, estar muerto no es tan malo.

La producción del corto duró más de 3 años, y su sola filmación fue de año y medio; se necesitaron alrededor de 15 mil movimientos de los más de 70 personajes que componen este cortometraje de once minutos;en la música destaca la participación de Café Tacuba y la interpretación de Eugenia León.

Este cortometraje es el más caro de la historia de la animación en México con un costo de alrededor de 3 millones de pesos

No te pierdas un cortometraje realizado René Castillo Rivera, premiado animador mexicano especializado en la técnica del stop-motion y animación digital, con la que ha realizado cortometrajes como Sin Sostén y Hasta los huesos ganando más de 100 premios internacionales.

Nació en el Distrito Federal en 1969, pero se mudó a Guadalajara a los 19 años donde estudio comunicaciones en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente. Fascinado con la animación en plastilina, se volvió un artista autodidacta.

En 1998 realizó con Antonio Urrutia el cortometraje de animación en plastilina llamado “Sin sostén” que se hace acreedor al Ariel al Mejor Cortometraje de Animación, además de ganar múltiples premios internacionales y ser parte de la selección oficial en el Festival de Cannes.