En el entorno de la casa actual, las plantas colocadas en macetas se mantienen normalmente estáticas. Después de que se hayan comprado, las personas colocan cualquier arbusto que les gustaría en el interior para que esta continúe con una vida inactiva en un espacio pequeño y rodeada de otras condecoraciones.
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A pesar de que los muebles de jardín siempre tienen el mismo aspecto de diseño, macetas de plástico texturizadas, los artículos se encuentran repartidos por todas partes, las plantas se riegan constantemente y reciben generalmente la misma cantidad de luz solar cada día dependiendo de su ubicación, ¿por qué no darles movimiento a fin de que puedan seguir la trayectoria del sol, para influir en una brisa o crecer a voluntad?
Esto es precisamente lo que el estudio de diseño BAG plantea y trata de implementar con su más reciente proyecto ecológico, el cual empezó después de darse cuenta del potencial de las macetas para tener más funcionalidad, para eso los diseñadores han desarrollado ‘voltasol’.
Producido por la editorial, livingthings, y hecho a mano con terracota impermeable en La Bisbal d’Empordà, el proyecto manifiesta estas ideas como una olla inclinada con una forma semi-cónica. Esta ligera manipulación de la base que causa un vértice que sale de un centro circular facilita el movimiento de la planta y estimula su crecimiento multiplicando la cantidad de luz solar capaz de llegar a las raíces y las hojas.
Como resultado, en oposición a su predecesor convencional, leves gestos en cualquier dirección dentro de su circunferencia dada se pueden generar de forma espontánea o ser inducidas por el usuario a voluntad.
