Si te mandan por un tubo, pide que sea al Tubo Hostal de Tulum, un lugar cuyas habitaciones son tubos de hormigón, cerca de las playas paradisiacas del caribe mexicano.
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La idea surgió en Austria, donde Andreas Strauss ofrecía un albergue a orillas del Danubio para que los viajeros tuvieran lo mínimo para pasar la noche. Los usuarios sólo dejaban una cantidad de dinero después de usarla. Tiempo después un concepto similar surgió en Alemania.
Ahora en México, ha surgido una versión de esos hostales construidos solo con tubos de hormigón, pero en la Riviera Maya.
Este concepto arquitectónico se suma a los hoteles ecoturísticos de la zona de Tulum, que por lo general son cabañas que se encuentran cerca de las playas de la zona.
Al igual que los conceptos europeos, el tubo es el espacio suficiente para que los clientes puedan dormir y pasar una noche. Pero existen edificios para los servicios comunes (cocina y baños).
