En todo proyecto de diseño de empaques para cualquier producto, no sólo debe considerarse el impacto visual, sino también los requerimientos del proceso de distribución.

El empaque de los productos impacta directamente los gastos del transporte y almacenaje de los mismos. Estas actividades representan 58% de los costos totales de operación, por lo que diseñar envases que concuerden con las necesidades de estas áreas puede representar ahorros importantes, señala CNN Expansión.

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Miguel Muñoz, director de proyecto de la consultora Miebach, asegura que las medidas de peso y volumen del empaque y embalaje definen la capacidad y condiciones de almacenamiento, el tipo de unidad de transporte, la cantidad de producto que se transporta, así como los requerimientos de carga y descarga.

Es por ello que resulta imprescindible considerar los factores de distribución antes de comenzar un proyecto de diseño de empaque. Algunas marcas han rediseñado sus empaques con el fin de abaratar costos o disminuir los efectos contaminantes al medio ambiente que implican el transporte de la mercancía o el mismo empaque al ser desechado.

La marca Nestlé, lanzó una gama ecológica de empaques recargables de Nescafé. El tamaño reducido ocupa menos espacio en los camiones que lo transportan, lo cual disminuye la producción de carbono que daña el medio ambiente. Entre otros beneficios, en comparación con diseños de recargas anteriores, se utiliza menos energía en la fase de producción y se consume menor cantidad de agua en su fabricación, apunta clubdarwin.net.

La marca Puma realizó un cambio en sistema de empaquetamiento de  sus productos para su transportación: las camisetas tendrán un dobles más para hacerlas más pequeñas y ocupar menor espacio. De esta manera, la marca tendrá un ahorro considerable en el transporte de la mercancía y contribuirá a la disminución de gases contaminantes.

El diseño de un empaque debe responder a los requerimientos de transporte y logística, pues influyen directamente en los costos y presupuestos de las empresa, factores que recaen directamente en los precios finales para el consumidor.

Por: Daniela C. Villa