Aclamado por los expertos como uno de los mejores diseñadores de tipografías del siglo XX, Adrian Frutiger, el creador de fuentes como Univers, Avenir y Frutiger, murió a la edad de 89 años.

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Si has visitado Londres quizás hayas sido testigo del trabajo de este célebre tipógrafo, pues él se encargó de crear el tipo de letras que se utiliza en las nomenclaturas de las calles de la capital británica, pero también de las que se usan en Disney World.

Londres
Londres

Frutiger fue uno de los tipógrafos más célebres en el mundo. Nació en Unterssen, Suiza, y desde temprana edad mostró interés por las letras y los símbolos, por lo que quiso convertirse en escultor. Sin embargo su padre no estaba de acuerdo con las pretensiones artísticas de su hijo.

Tipografías creadas por Adrian Frutiger.
Tipografías creadas por Adrian Frutiger.

Su amor por las tipografía comenzó cuando comenzó a trabajar con un impresor local, pero después inició sus estudios en Kunstwerbeschule (School of Applied Arts) en Zurich. Para 1952, Frutiger emprendió un viaje a París, ciudad en la que comenzó a trabajar en la fundición Deberny & Peignot.

En ese lugar diseñó sus primeras fuentes y adaptó las clásicas para las nuevas máquinas de impresión. El objetivo que siempre buscó al diseñar las fuentes fue la claridad, característica sin la cual la lectura sería ilegible.

Frutiger produjo cerca de 30 tipografías, incluida la sans serif como Méridien, Didot. Pero quizás una de las más reconocidas fue Univers, la letra utilizada durante los Juegos Olímpicos de Munich en 1972. Misma que se popularizó y que fue utilizada por marcas como Deutsche Bank, General Electric y Apple, pero también puede ser vista aún en el Aeropuerto Internacional de Frankfurt o en Disney World.

Univers
Univers

El tipo de letra llamado como su apellido también gozó de gran éxito cuando vio la luz en 1975, pues fue adoptada por un gran número de aeropuertos y universidades. Junto a André Gürtler y Bruno Pfäffli, creó un estudio de diseño dedicado a crear proyectos de branding, trabajó para Air France e IBM.

No sólo se dedicó al diseño de tipografías, pues es autor de varios libros sobre el tema y se dedicó también a la enseñanza en la École Estienne y Escuela Nacional Superior de Artes Decorativas de París. Tras el suicidio de sus dos hijas, él y su esposa crearon la Fundación Adrian et Simone Frutiger, para financiar la investigación en salud mental.

Finalmente, en 1994 regresó a Suiza y ahí continuó trabajando y actualizando sus tipografias, pero el pasado 10 de septiembre Frutiger dejó esta vida.