Basta observar algunos de los lanzamientos más recientes de las empresas para ver que el tema de las smart home es uno de los más populares de los últimos meses. Huawei desde el año pasado presentó su propuesta de TV inteligente, con mayor integración al resto de la casa que sus rivales. Spotify reconoció el potencial de los aparatos para su negocio de streaming. Y agentes del tamaño de Amazon han redoblado su apuesta por una seguridad mucho más ágil.
El problema es que muchas empresas y consumidores se están enfocando en elementos muy concretos de las smart home. Las TV inteligentes ya valían, en cifras de Industry Arc, entre 130 y 140 mil millones de dólares (mdd) para 2018. Según Research and Markets, bocinas como la línea Echo podrían generar ingresos de 15 mil 600 mdd en 2025. Y los sistemas de seguridad autónomos, en estimaciones de Market Data Forecast, generarán siete mil 950 mdd este 2024.
Todos estos dispositivos son importantes y tienen un rol que jugar en el mercado de las smart home en el futuro. Pero sin, por así decirlo, los elementos más mainstream de la industria. Y en este sentido, pueden quitarle atención a otros factores de este sector con un gran potencial. Hay en específico una categoría de productos que pueden realmente ayudar a progresar el ideal de hogares inteligentes en el corto plazo. Son los dispositivos de modulación de energía.
El peso de este sector al mercado de las smart home
Podría parecer un elemento menor, pero no lo es. De acuerdo con el Nueva Zelanda, aún en los países más desarrollados la gran mayoría de los gastos del hogar se invierten en renta y utilidades de la casa. Esto incluye, por supuesto, la inversión en energía. Y en datos de las autoridades de Reino Unido se ha visto un incremento general en los costos de electricidad a lo largo de la última década. Aquí entran dos elementos de las smart home no tan usados.