Aunque suene un tanto extraño, el mejor diseño de experiencia de usuario es aquel que no se percibe; no se trata de menospreciar el trabajo de los programadores, al contrario, si la gente no se queja, entonces son buenas noticias. Eso no  se escucha como un halago pero lo es, la importancia de una interfaz intuitiva radica precisamente en lo anterior, en que los visitantes puedan navegar sin necesidad de un instructivo, si no lo logran simplemente algo está fallando.

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Cabe aclarar que para lograr una interfaz aceptada por los usuarios se necesitan cumplir distintos aspectos como: velocidad de carga, fácil navegación, imágenes o gráficos no pesados además de creativos y llamativos, responsivo en los distintos dispositivos actuales, y por supuesto, la facilidad con la que las personas puedan utilizar el servicio. Un plus es utilizar los puntos anteriores a tu favor para indicar “sin querer” a los consumidores lo que se debe hacer en el sitio, ya sea comprar o realizar acciones.

Algunas de las cuestiones que se deben tomar en cuanta a la hora de diseñar una interfaz son:

    • Si es difícil de utilizar, no será utilizado.
    • Si una intranet es confusa, los usuarios evitarán su uso.
    • Si un sitio web de ventas es confuso, los productos no se venderán.
    • Si un sistema es complejo, sus funciones y objetivos no se aprovecharán.